Si estas buscando como dar un giro a tu alimentación y estilo de vida para sentirte más saludable, a continuación, vamos a explicarte como conseguir descubrir los secretos de la dieta mediterránea.
La dieta mediterránea es el modo de alimentarse basado en la gastronomía mediterránea y en sus hábitos.
Esta dieta tiene sus primeras referencias en la Grecia de mitad del siglo XX y se basaba en la reducción del consumo de carnes e hidratos de carbono en beneficio de más alimentos vegetales.
Fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad el 16 de noviembre de 2013 en una denominación conjunta de España, Grecia, Italia y Marruecos.
¿Qué alimentos básicos integran la dieta mediterránea?
Los alimentos que os vamos a mostrar son la base de los secretos de la dieta mediterránea, pero esto no quiere decir que el resto de alimentos no puedan formar parte de ella, solo hay que moderar el consumo de otro tipo de grasas o azúcares dando prioridad a estos en tu día a día.
- El alimento por excelencia de la dieta mediterránea es el aceite de oliva, que gracias al ácido oleico y a sus grasas de origen vegetal disminuyen el riesgo de padecer obstrucciones en las arterias, y tiene un alto contenido en carotenos y vitamina e, los cuales contribuyen al cuidado de la piel y a poder coger ese color moreno en verano que tanto nos gusta.
- Como no podía ser de otra manera, uno de los puntales de esta dieta son los alimentos de origen vegetal. Hablamos de las verduras, hortalizas, frutas, legumbres y frutos secos, que son la principal fuente de vitaminas, minerales y fibra.
- El consumo diario de pan y alimentos procedentes de los cereales (pasta o arroz) también es indispensable por su composición rica en carbohidratos que nos dan la energía necesaria para el día a día. En este caso siempre es mas recomendable que sean productos integrales, por su alto contenido en fibra.
- La carne fresca (siempre con moderación), destaca por ser una fuente de proteínas de alto valor biológico. Las más recomendadas por ser magras son, el pollo y el pavo. El consumo recomendado esta entre las 3 y 4 raciones a la semana.
- Los productos lácteos se recomiendan consumir a diario, aunque es más saludable que estos sean desnatados.
- Uno de los alimentos que mas controversia suscitaban eran los huevos, ya que se les asociaba al colesterol. Pero se ha demostrado en los últimos años que un huevo diario es compatible con una dieta cardiosaludable. Desde aquí te aconsejamos la opción del huevo duro o pasado por agua antes que el huevo frito.
- Por último, estaría el pescado azul ya que contiene las grasas más parecidas a las vegetales y contienen propiedades protectoras frente a enfermedades cardiovasculares. La recomendación de consumo es de dos veces por semana.
No olvides que para beneficiarte de los secretos de la dieta mediterránea no solo es alimentación. También es la práctica de ejercicio (puede ser moderado como simplemente andar), y sobre todo el consumo de agua para mantener una correcta hidratación. La cantidad diaria depende de cada persona, pero se estima que entre 1,5 y 3 litros de agua seria lo adecuado.
¿Qué beneficios me aporta este tipo de dieta?
Los beneficios de la dieta mediterránea se deben a la variedad de los alimentos y a las técnicas culinarias utilizadas para optimizar sus cualidades, y son:
- Reduce en un 30% el riesgo de padecer diabetes tipo 2.
- Tener menos índice de obesidad abdominal, que predice el riesgo de hipertensión, infarto o de accidente cerebrovascular.
- Contribuye a tener menor riesgo de deterioro cognitivo, o lo que es lo mismo, ayuda a prevenir el Alzheimer.
- Ayuda a la bajada de peso, controla la presión arterial y el hipercolesterolemia.
- Incrementa la sensación de bienestar físico.
- Mejora el funcionamiento de diversos órganos, como el riñón y el corazón.
Ya que conoces los secretos de la dieta mediterránea, además de todos estos beneficios se ha descubierto que la tasa de mortalidad por cáncer es menos entre quienes la practican que en los países del norte de Europa o de América, que tienden a abusar más de comida rápida, los alimentos precocinados y las grasas.